CONFEDERACIÓN INTERNACIONAL DE ARTISTAS, ACADÉMICOS Y ESCRITORES
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GLORIA CORDERO HACHE

Nacida en Santo Domingo, República Dominicana. Odontóloga, Doctora en Seguridad social y Magíster en relaciones Humanas, Locutora por más de diez años en radios por internet. Su producción literaria abarca temas de autoayuda, reflexiones, cuentos, relatos, poesías, poemas, entre otros. Ha participado en más de 10 antologías; ha sido conductora de programas en su país República Dominicana. A nivel escolar, ha dado charlas sobre algunos temas de la enseñanza Gnóstica y otros tópicos. Participó como colaboradora en Escuelas de escasos recursos y en la formación de las Asociaciones de Padres y amigos de varias escuelas públicas y privadas de su país.

Como declamadora de poesías, ha brindado su voz para hacer conocer a autores noveles.

Actuó en Obras de teatro con sus letras. Ha participado con sus letras en Performance para "Grito de MUJER".

Fue favorecida con un centenar de reconocimientos, algunos en las Redes Sociales, otros ya presenciales en algunos eventos. Teniendo en su haber varios libros publicados; actualmente se encuentra trabajando en una novela, la verdadera historia de su madre.

Ha escrito dos Talleres de ayuda para la Mapá (esa mujer, que siendo sola debe ser el burro de carga de toda su existencia y la de sus hijos… Mamá y Papá).

Su voz la ha puesto al servicio de la difusión de todo ser humano que tenga algo que aportar. Algunos audiolibros, de otros autores, también han llevado su voz. Actualmente es titular Administradora de Tinta de Escritores Radio y Radio América, siendo conductora de varios programas: La entrevista de la semana, Cultura y algo más, así como ciertos tópicos de Autoayuda.

Libros publicados

  • "El olor del deseo", de contenido erótico.
  • "Brotes del alma".
  • "Caricias poéticas".
  • "Versos arrojados".




  • PARÍS Y HELENA


    No sé aún si fue de Troya

    o tal vez fue de Espartaco,

    yo solo sé que hay historias,

    de amores y sus fracasos.

    Que fueron almas gemelas,

    ¿aún sin reconocerse?

    que su amor se puso a prueba,

    como esto jamás se viera.




    Corazones enredados

    para amarse sin reservas,

    Corazones enamorados,

    que los llevaría a la guerra.




    No puedo partir de Esparta

    sin llevarme a mi doncella,

    pensaba París enamorado

    al conocer a Helena

    a quien vio ser la más bella.

    Mientras a Helena, la consume la pasión,

    y vio al fin brillar su estrella,

    lo clavó en su corazón.




    Me iría con él al infierno

    si es que así me lo pidiera,

    perdería la cabeza

    si es que con él yo no fuera.

    Y marcharon los amantes;

    escondidos y fugaces,

    inspirando una epopeya.




    Pero fue raudo su amor

    que le dio paso a una guerra,

    pues los amores profundos

    son motivos de torpezas,

    que corroe las envidias,

    que estas los envilezca.




    Y pasó lo impredecible:

    Estando Troya tranquila,

    mientras dormía silenciosa,

    surge la flecha que aniquila,.

    valiéndose tan ufana y orgullosa.

    Irrumpiendo en el silencio

    deshizo tranquilidad,

    de unos amantes dichosos

    buscando felicidad.




    Fatal amor apasionado,

    que marcaba una Epopeya,

    con su historia y trascendencia

    terminó siendo de amores,

    que terminaba en tragedia.

    ©Gloria Cordero Hache





    LA LLORONA


    Se visten las paredes de sombras,

    bajo el manto oscuro de unas velas rojas.

    Rugen los espejos con distintos nombres,

    y se escuchan pisadas a orillas del río,

    una madre llora, muere de frío.

    Es María que también lamenta a su amor perdido.

    ¿Fue acaso el destino? ¿o fue la falacia de un amor tardío?

    Quitarle la vida a lo que tanto amaba,

    no era quiz&aacuet;s lo que su interior planeaba,

    fue la nostalgia de sentirse perdida,

    saber que su amor le daba la espalda,

    quiso entonces cuando sola y rendida,

    a sus hijos y a ella arrebatarles la vida.

    Y cuenta la historia que aun vaga María

    con un llanto amargo por senderos y lagos,

    se escucha a lo lejos ese grito ahogado,

    retruenan las piedras, se estremece el cielo,

    cuando en la distancia surge una silueta,

    que amargamente llora y grita su duelo,

    ¡ay, mis hijos! con tanto dolor, les juro no puedo.

    ©Gloria Cordero Hache